John Wesley y los fundadores del metodismo, siempre se sintieron herederos de la fe universal de la Iglesia y a la vez, continuadores de los postulados de la Reforma Protestante. Así, la Iglesia Metodista de Chile, como Iglesia Cristiana Evangélica que es, posee un cuerpo de doctrinas o fundamentos teológicos que se refieren a aspectos que son comunes para todas las Iglesias cristianas, sean evangélicas (protestantes), católicas u ortodoxas. Estas doctrinas contienen los principios acerca de Dios (Padre – Hijo – Espíritu Santo), el Hombre, la Salvación y la Iglesia, y la exposición de ellas es la afirmación de nuestra fe, la explicación de aquello en lo cual creemos.
Los fundamentos de estas doctrinas se encuentran en cuatro elementos principales: La Biblia, La Tradición, La Razón y la Experiencia.
Estas cuatro fuentes del pensamiento teológico metodista son las que dan el soporte a las doctrinas señaladas anteriormente.
LA BIBLIA: Para la Iglesia Metodista la Biblia es la primera y más importante fuente de doctrina, ya sea acerca de Dios, el hombre y la mujer, la salvación y la Iglesia. Para los metodistas, la Biblia es el fiel registro de la revelación de Dios y de su plan de salvación y toda doctrina se fundamenta en su claro testimonio. Uno de los Artículos de Fe de la Iglesia Metodista respecto de la Biblia, contenido en el Reglamento de la Iglesia, señala que “…las Sagradas Escrituras contienen todas las cosas necesarias para la salvación”. De igual modo el metodista, al hacerse miembro de la Iglesia confiesa que “recibe y profesa la fe cristiana como está contenida en el Nuevo Testamento de nuestro Señor Jesucristo”. Además, siendo la Biblia Palabra revelada por Dios al hombre, para que a través de esta revelación encuentre el camino de la salvación, la Biblia expresa también como el hombre debe vivir o moldear su vida. En resumen, para el cristiano metodista la Biblia es la única norma de fe (doctrina) y conducta (ética).
LA TRADICIÓN CRISTIANA. La segunda fuente de autoridad para el pueblo metodista se encuentra en la tradición cristiana. En los siglos de experiencia de la Iglesia Cristiana la obra del Espíritu Santo siempre estuvo presente en ella, sobre todo cuando al pasar de los años, la Iglesia de los primeros siglos entendió que era necesario definir en la forma más precisa posible en que consistía su fe, cuál era la “sana doctrina”, según el decir del apóstol Pablo. Por ejemplo, el “Credo de los Apóstoles”- el más antiguo resumen de afirmación de fe – es producto del consenso a que llegan los primeros cristianos; posteriormente, a través de sucesivos concilios se logra afirmar con toda claridad la naturaleza humana y la naturaleza divina de Jesucristo. Por otra parte, uno de los primeros problemas que tuvo que decidir la Iglesia primitiva fue definir cuales eran los escritos que deberían formar el total de las Sagradas Escrituras y esto se fue decidiendo también por el acuerdo a que llegaron las antiguas Iglesias. Todo lo anterior conforma la expresión más auténtica de la tradición de la Iglesia, a la cual se agregan también los escritos de los primeros padres, como San Agustín, y la obra de los Reformadores como Lutero, Calvino y otros.
LA RAZÓN. Un tercer elemento presente en el pensamiento teológico metodista es la razón. Los metodistas insisten en que el contenido de la fe cristiana sólo se deriva de la persona de Jesucristo, la Palabra Encarnada de cuyo acontecimiento la Biblia es el testimonio escrito, pero están muy conscientes de que la Biblia se puede interpretar en forma caprichosa y errónea, como históricamente ha sucedido y sucede, especialmente cuando estas interpretaciones se vuelven contra el ser humano. Para evitar esto, la Iglesia Metodista apela a la tradición de la Iglesia y al consenso que existe en la doctrina históricamente formada en los primeros siglos, así como también apela a la razón como correctivo de las interpretaciones antojadizas. Juan Wesley- fundador humano de nuestra Iglesia- decía que “toda religión irracional es falsa religión”. Una actitud de misticismo puro, por ejemplo, que sólo valoriza el sentimiento y desprecia la razón, es contraria a las Escrituras. No obstante, hay que señalar que la razón no nos provee de otras fuentes de revelación, sino que es una facultad lógica que nos capacita para ordenar y comprender la evidencia de la revelación y junto con la tradición, nos provee de los medios necesarios para evitar interpretaciones equivocadas de las Escrituras. La razón ayuda a moderar los estados emotivos irracionales en los cuales pueden caer los creyentes. Por esto consideramos que una de las características del metodismo es “un entusiasmo racional”.
LA EXPERIENCIA PERSONAL. Por último, los metodistas consideran que todo lo anterior, es decir, el testimonio de la Biblia, la Tradición Cristiana, y el respaldo de la Razón, debe conducir a que el mensaje de salvación y la comunión con Dios lleguen a ser una experiencia personal. El cristiano metodista es aquel que se da cuenta, no sólo intelectualmente, sino con todas las facultades de su persona, que sus pecados han sido perdonados y que es salvo en Cristo. Esta es la Doctrina de la Justificación por la Fe que expuso el apóstol Pablo, que enfatizó Lutero y de la cual dan testimonio miles y miles a través de la historia. Como ocurre con los elementos expuestos anteriormente, la experiencia no es una fuente de verdad separada de la Biblia, sino que esta experiencia personal, movida por el Espíritu Santo, hace realidad toda verdad doctrinal, transforma la fe en algo personal y único. Sólo en el encuentro personal con Dios a través de Jesucristo las doctrinas se convierten en convicciones y son base de seguridad. Para los metodistas, mucho más importante que la precisión de la terminología con la cual expresamos nuestra fe, es que vivamos en amor. John Wesley lo afirmaba así: “Un metodista es una persona en cuyo corazón el amor de Dios ha sido derramado por el Espíritu Santo que nos fue dado”.
¿DE DÓNDE SURGEN ESTAS EXPRESIONES DE FE?
Estas son las únicas afirmaciones formales que la Iglesia Metodista posee. Su carácter y formación debe ser entendido a la luz de la historia de la Iglesia Cristiana, de donde se extraen muchos de sus significados así como también sus limitaciones.
Juan Wesley seleccionó 24 Artículos de Fe de los 39 Artículos de Fe en la Iglesia Anglicana. Los 39 Art. de Fe anglicanos se formaron en la época de la Reforma Inglesa; son el resultado de un largo período de trabajo y agitación que duró 35 años (1536-1571). A diferencia de Alemania, la Reforma en Inglaterra fue un movimiento más bien de carácter político que religioso, aunque posteriormente se desarrolló el movimiento propiamente religioso.
Los 39 Art. de Fe, siguen la trayectoria de la reforma de Lutero, Melanchton, Calvino, Zwinglio. Esta idea de reconciliar diversas tendencias del protestantismo hizo posible que muchos hombres y grupos se mantuvieran en la Iglesia Anglicana.
CARÁCTER DE LOS ARTÍCULOS DE FE.
Los Art. de Fe de nuestra Iglesia Metodista, pueden ser identificados y explicados por medio de tres ideas centrales:
a) En ciertas doctrinas importantes de nuestros artículos se enfatiza la fe común que nos une a todo el cristianismo. El metodismo no es separatista ni divisionista. Se siente parte de la fe histórica del cristianismo. Es parte del cristianismo católico (universal).
b) Los 39 Art. de Fe, surgieron en una época de polémica, por lo cual en nuestros actuales 24 Art. subyacen expresiones fuertes en contra de algunas doctrinas de la Iglesia católica romana, que deben interpretarse a la luz de la historia.
La Iglesia nunca le ha dado el carácter de dogma o credo a estas doctrinas esenciales de la vida cristiana, es así que no observamos los 24 Art. de Fe como la totalidad de la doctrina cristiana, ni las bases de fe para los énfasis doctrinales. Son una carta abierta a la creatividad del Espíritu Santo, son el punto de partida para el cristiano. Representan, en resumen, las afirmaciones de fe de las doctrinas universales y la posición distintiva de la herencia protestante.
Aunque no significan una autoridad de tipo dogmático, sin embargo, son el criterio nivelador de una posición doctrinal en la Iglesia. Ellos han tenido su lugar de importancia desde que fueron adoptados en 1784.
A todos los predicadores metodistas antes de ser admitidos como miembros en plena conexión, se les pregunta: ¿Has estudiado las doctrinas de la Iglesia Metodista?
EL SIGNIFICADO DE LOS ARTÍCULOS DE FE
Puede ser que el vocabulario de los Art. de Fe no sea el más adecuado para la época presente, pero el contenido y la fe doctrinal que tienen en su trasfondo es tan válido para los metodistas contemporáneos como para los fundadores.
A continuación se detalla un breve comentario a los 24 Artículos de Fe que además, están señalados en el Reglamento de la Iglesia Metodista de Chile.